Géminis representa a Cástor y Pólux, los gemelos celestiales.
El primero fue milagrosamente hijo de una mortal y, el otro, hijo de Zeus.
Aunque gemelos y ligados por recias ataduras de amor y de hermandad, Cástor y Pólux eran tan diferentes como el día y la noche y, con frecuencia, sus naturalezas terrenal y divina respectivamente chocaban.
Los antiguos explicaban el fenómeno del nacimiento de los gemelos diciendo que uno de los bebés así nacido pertenecía a los dioses. Los griegos refinaron la idea y compusieron la leyenda de los gemelos Gemini, que es la que sigue.
Hubo una hermosa reina llamada Leda, que estaba casada con Tíndaro, rey de Esparta. Una noche, el libidinoso Zeus descendió sobre la reina en forma de un cisne gigantesco y, de esa unión, salieron dos huevos, uno de los cuales contenía a Clitemnestra y a Helena (luego conocida como Helena de Troya) y el otro a Cástor y Polideuco (Pólux). Tíndaro estaba furioso por la divina seducción de su esposa y no pudo apaciguarse hasta que supo que Cástor y Clitemnestra eran en realidad su propia progenie, puesto que él había fecundado a Leda el mismo día que ésta había sido visitada por el cisne olímpico.
Y así fue como los Gemelos Cástor y Pólux, así como sus hermanas, representan desde entonces las partes mortal y divina de la vida. Los jóvenes fueron inseparables mientras que, las hermanas, siguieron por lados diferentes su camino, representando la amistad de los Gemelos. Cástor domaba caballos mientras que Pólux enseñaba el arte del boxeo, siendo uno pacífico y el otro agresivo. Aquí vemos la naturaleza dual de los Gemelos. Ambos intervinieron en varias peligrosas aventuras y, en una de ellas, Cástor, el mortal, perdió la vida. A Pólux le apesadumbró tanto la muerte de su hermano que su padre, Zeus, hizo que los Gemelos quedaran juntos en el cielo como la constelación de Gemini; y, para algunos, el dios jefe del Olimpo le dio permiso a Pólux para que alternara el tiempo que pasaba en el Olimpo con unas visitas a las regiones subterráneas del Hades, donde moraba Cástor ya prácticamente muerto.
En lo anterior está representada la muerte interna que ha de pasar el signo de los Gemelos en su dualidad material, para colocarse definitivamente en lo espiritual y celeste. Pero, aún así, sigue siempre con un dominio y atracción por lo material, lo cual le sirve de punto de apoyo.
Cástor y Pólux representan dualidad y contraste como, también, la versatilidad inherente a los dos hermanos cuyas conquistas, logradas entre los dos, fueron muchas y variadas. Además, destacan su valor y afecto mutuos, como su sentido de lealtad y sacrificio. Cástor y Pólux capacitan a la persona de los Gemelos para trabajar la dualidad terrenal-aérea: consecución de la riqueza y el éxito, así como el triunfo de la filosofía y la inquietud espiritual; pero falta saber cuál de los dos gemelos predomina en cada persona influenciada por este signo.
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